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Ley de los 5 elementos - Primera parte

  • Foto del escritor: Ricardo Nacach
    Ricardo Nacach
  • 10 may 2014
  • 2 Min. de lectura

Frecuentemente me encuentro frente a pacientes a los que intento explicar desde la mirada oriental, el origen de sus padecimientos, tanto energéticos, como emocionales y físicos, y recurro al análisis de esta joya de la cultura China.

La ley de los cinco elementos es una explicación de todos los fenómenos del universo en general  y del hombre en particular, desarrollada hace aproximadamente 2500 años . Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua, se interrelacionan permanentemente dependiendo de múltiples factores (ambientales, climáticos, emocionales, físicos, etc).

Cada elemento predomina y a la vez es máximamente vulnerable en su estación del año correspondiente. Así la madera lo es en primavera, el fuego en el verano, la tierra al final del verano (Canícula o estío para la tradición China), el metal en Otoño y finalmente el agua en invierno. A la vez, los órganos más importantes del cuerpo , son los “abanderados” de cada elemento. Así, el hígado y vesícula biliar se vinculan a la madera, el corazón y el intestino delgado al fuego, el estómago, bazo y páncreas, a la tierra, el pulmón e intestino grueso al metal, y por último, el riñón y la vejiga al agua. Cada uno de los 5 elementos, se relaciona con una diversidad muy grande de energías que le son afines y que  a la vez ejercen influencias sobre ellas tanto positiva como negativamente. Los diferentes climas, sabores, emociones, colores, orientaciones espaciales, notas musicales, alimentos, etc, pueden nutrir o contrariamente vaciar energéticamente dichos órganos. Del   correcto entendimiento de estas relaciones, es que se vale el médico tradicional chino, en su intento de reestablecer el orden energético y así sanar dolencias existentes o prevenir aquellas que solapadamente se preparan para manifestarse . Siempre me sentí muy atraído por el origen psicoemocional de las distintas enfermedades. Por tal motivo, en el momento que tomé contacto por primera vez con esta joya , un horizonte nuevo en el entendimiento de estas cuestiones se presentó ante mis ojos. De los innumerables alcances que tiene esta ley, quisiera referirme a las emociones características de cada uno de los 5 elementos, y como interactúan en el tiempo para favorecer la presencia de una determinada enfermedad. La energía del Hígado (madera) se desarmoniza por la ira expresada o reprimida, la del Corazón (fuego), por la alegría excesiva (manía), angustia y desasociego, la del Bazo y páncreas (tierra), por la ansiedad, y la rumiación obsesiva de pensamientos preocupantes. La del pulmón (metal), por la pena y la melancolía, y finalmente la de los riñones (agua), por el miedo y la inseguridad. Estas y otras emociones básicas, sumadas a otras influencias externas , constitución, herencia, etc, son en muchísimos casos el origen de desarmonías que llevan lentamente a padecer distintas afecciones funcionales u orgánicas.

En próximos encuentros y de acuerdo a las inquietudes que se  hayan generado, podemos profundizar un escaloncito más. Hasta pronto!!.

Ricardo Nacach   

 
 
 

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