Otoño, tiempo de soltar
- Ricardo Nacach
- 24 abr 2019
- 2 Min. de lectura
El saber popular nos enseña que en estas épocas más vale cuidarse de los cambios de clima, que no hay que desabrigarse el cuello, que la piel y el pelo se resecan y éste tiende a caerse igual que las hojas de los robles.

Pongámosle un poco de explicación oriental a lo que nos enseñaron las abuelas.
El otoño es la estación vinculada al elemento metal de la filosofía china. Los órganos más vulnerables son pulmón e intestino grueso . Las emociones características son pena, melancolía, introspección.
Es un momento de soltar lo que ya no nos es útil. Quizás por eso que los síntomas de tristeza se asemejan a un duelo, pero al igual que los árboles dejan caer sus hojas secas, el otoño pide dejar ir aquello que ya no vive intensamente dentro nuestro.
El meridiano de pulmón es el maestro de la energía respiratoria, de la defensiva, y también del normal estado de la piel. Es la barrera entre lo externo y el individuo, ésta es la causa por la que es tan susceptible a cambios climáticos y también emocionales. Los cuadros de resfríos, gripes, neumonías tan característicos de esta estación dan prueba de ello. Las penas por pérdidas afectivas, por enfermedad o muerte de familiares, por amores no correspondidos, por distanciamiento entre amigos por mencionar algunos ejemplos, han sido históricamente responsables de enfermedades respiratorias tales como neumonías o tuberculosis.
El intestino grueso (meridiano conectado con el de pulmón), justamente es el responsable en forma característica de “dejar ir aquello que ya no nos es útil“, y en otoño particularmente es cuánto más débil se encuentra.
Por todo esto, estamos transitando una etapa del año, donde la energía debe concentrarse en la tarea adecuada, desintoxicación, buena alimentación, introspección creativa y serenar el espíritu para preservar la salud energética, emocional y física.
Seguimos en contacto.
Abrazo afectuoso.
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