Medicina China, la verdad de milenios
- Ricardo Nacach
- 7 abr 2015
- 3 Min. de lectura
Cuando me dispongo a respirar profundo y lento, siento que algo se destapa, se libera , se desbloquea mi mente . Esa respiración consciente tiene ese fin , serenar silenciar el ruido anárquiko y continuo de nuestra cabeza inquieta .

Un paso más profundo aún es la meditación en sí misma , pero ésta , requiere un poco más de entrenamiento perseverancia y capacidad para soportar la frustración de haber estado sentado en la posición correcta , recitando internamente tu Mantra , cerrando los ojos y respirando calmo , y en un rato después , ser consciente que estuviste haciendo "como si" meditaras , y em realidad pasaron montones de pensamientos de los cuales no pudiste desengancharte . Es más, el enojo que genera la frustración de no poder sentir esa especial sensación de calmo silencio , hace todo más difícil .
En fin , no es mi intención contarles aquí, de mis frustrados intentos al inicio de mi práctica meditativa , tampoco voy hablar en este momento del placer extremo que significa poder experimentar unos segundos de ese maravilloso vacío perseverando en el intento.
En lo que si me gustaría profindizar ahora, es en cuáles son las consecuencias de mantener la mente ocupada con pensammientos parásitos .
Imaginemos nuestras computadoras .¿qué pasaría si su memoria fuera saturada , por archivos innecesarios , películas , fotos, virus y demás? Seguramente su funcionamiento , su velocidad , y su utilidad se deteriorarían ¿verdad? Lo mismo le pasa a nuestra energía que literalmente se agota por el exceso de pensamientos preocupantes , obsesivos , esclavizantes.
Si quieres saber aún más , te cuento que ese exceso de pensamientos , más el agotamiento energético subsiguiente , manda una info al cerebro en clave : "tanque de energía a punto de agotarse " , y la estación de servicio para estos casos no es otra que aquella que ofrezca dulces , harinas, alcohol, y el resto de los hidratos .
Pero este tanque agotado se ha llenado de un combustible tramposo, ya que en el momento, da una sensación de alivio, y de más energía, pero, como esos hidratos activan aún más el circuito del pensamiento rumiante, el peldaño que subimos hoy, será seguido por los tres que bajáremos mañana . Y así el circuito de agotamiento más cotorreo mental, necesidad de hidratos, y más agotamiento se perpetúa, y esa, según la Medicina China, es la primer causa de lo que ella llama "obesidad Yin " .
Esta forma, a diferencia de la obesidad Yang, es mayormente vista en mujeres, que no comen cantidades, sino picotean hidratos, con tendencia a padecer síntomas digestivos, problemas tiroideos, retención de líquidos, bruxismo nocturno y demás sintomas asociados a la mente imparable (hasta trastornos de ansiedad como las fobias o las crisis de pánico). Por todo esto, es que digo y sostengo, que curar, no es erradicar los sintomas superficiales. Curar es sanar la desarmonía que genera que el físico acuse recibo y se enferme.
finalmente te pido : no tomes pastillas para adelgazar, no hagas dietas locas desarmónicas, si vas a un buen médico o nutricionista de los que por suerte abundan en nuestro país, no te olvides de preocuparte por tu interior, por el origen del síntoma que una buena dieta erradicará. Y no me refiero solo a los fundamentos psicológicos, que de ser necesario me parecen una aventura fascinante abordar. Yo me refiero al único plano, y a la vez el más profundo que en Occidente prácticamente se ignora, que es el plano energético. Y ahí no sólo la medicina China te podría ayudar, también la ayurvedica, el yoga , el chi Kung, Tai chi, todas las prácticas meditativas, y tantas otras acciones que apunten a equilibrar tu energía, fuerne de la enorme mayoría de los desajustes de la salud.
Dicen que a veces, por mirar el árbol, no vemos el bosque. Casi siempre, la medicina occidental, por ver el síntoma superficial, desconoce cuáles son sus verdaderas raíces en los tres planos: energía, mente y finalmente el cuerpo.
Seguimos amasando y conbinando conceptos e ideas. El producto final, será un entendimiento más profundo para hablar todos un mismo idioma a la hora de definir lo que es la salud y la enfermedad.
Ricardo Nacach
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